Los lunes desde hace ya más de un siglo, la imagen habitual de la ciudad de Ambato se altera totalmente, por los ponchos rojos de los indígenas y las calles llenas de personas con sus diferentes vestimentas en busca de las compras para la semana. En los años de 1900 los campesinos vendían sus productos y compraban lo indispensable para cubrir sus necesidades; muy en la mañana empezaba todo, desde el occidente llegaban a pie, en asnos, caballos, yeguas, mulas a llenar la calle Guayaquil, pasan por la plazoleta donde se ubicaban el camal, la cárcel, la Imprenta Municipal y los Bomberos para avanzar hasta la Plaza Urbina, destinada a la oferta de ganado y a la compra y venta de todo tipo de vegetales y frutas. Después de varias horas, al medio día las compras y tertulios entre las señoras de la ciudad terminan y los campesinos regresan a sus tierras hasta el próximo lunes de feria.

Hoy en día, las ferias de los lunes aún permanecen como costumbre para los ambateños y los campesinos, con la diferencia que las calles ya no están llenas de comerciantes y de gritos de quienes buscaban con gran anhelo a sus compradores, la ciudad ha crecido rápidamente y la necesidad de tener centros de acopio para realizar la “semana” fue respondida inmediatamente se han construido dentro de Ambato varios mercados modernos donde no solo se comercializa verduras, legumbres, hortalizas y frutas, sino que también platos típicos de la tierra, como el mote con chicharon, el yahuarlocro, los llapingachos y sin olvidar los famosos jugos de frutas que son los de mayor atracción para los visitantes; el cantón Ambato como es un punto de encuentro entre la producción agrícola de la  Sierra, Costa y Amazonía cuenta con uno de los mejores y más grandes mercados del país como lo es el Mercado Mayorista, ahí la venta de estos productos se lo hace al por mayor y menor, además son redirigidos a todos las regiones del Ecuador; así esta costumbre sigue viva entre los ciudadanos y quienes aún se arraigan a las tradiciones de sus antepasados.

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AUTOR: Rómulo Santamaría

FUENTE: REVISTA AMBATO, (2014).