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El Río Ambato

El río hace muchos años atrás era torrentoso y sonoro, regaba los huertos de frutas y jardines de asciendas que se ubicaban cerca de las orillas; cuando llovía torrencialmente y granizaba, crecía tanto que su corriente se llevaba todo a su paso sobre todo los puentes Jaramillo, el de la Delicia y el del Socavón lo que provoco su reconstrucción varias veces. Cuando estaba tranquilo las personas podían disfrutar de un agradable día en las playas extensas del mismo, los niños y jóvenes jugaban a saltar cada piedra para llegar a la otra orilla, y la pesca era una de las actividades que más agradaba a los ambateños, solo existía preñadillas y renacuajos, se veía a las indígenas lavar sus ropajes cerca del mismo como que formaren parte de ese paisaje del río Ambato.

Con el paso de los años uno de los íconos más memorables de la ciudad han perdido su gran caudal y sus cristalinas aguas, los huertos ya no se ven más por el acelerado crecimiento industrial a lo largo de sus orillas, pero aún se puede pasear al seguir la corriente del río, desde el parque Luis A. Martínez o el parque “Sueño” hasta el sector de Atocha, donde se encuentran lugares de distracción como canchas de fútbol y básquet; el cual busca que los ambateños sigan con el disfrute  de su compañía y cuidarlo como parte de la identidad del cantón y su ciudadanía

AUTOR: Agr. Juan Carlos Gómez.

FUENTE: LA MERCED EN EL SIGLO XX, (2010).

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